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jueves, 4 de agosto de 2011

El sello del tigre

Txt Nicolás Furfaro @nicolasfurfaro

La Plata, la ciudad que más frutos dio en la escena independiente durante el último lustro, también es cuna de un ensayo de respuesta a la constante pregunta a la que se ve sometida la industria musical: ¿cómo sobrevivirán los sellos al cambio de paradigma en la organización y difusión?

La certeza es imposible, pero probablemente una de las esperanzas resida en lo que caracteriza a Laptra: las bandas tienen que estar a cargo del timón. Con la poesía que caracteriza al proyecto y comunica desde una tónica que mezcla a Rocky Balboa y a Fabián Casas, el sello del tigre se presenta como “un colectivo artístico que en determinado momento se autobautiza y crea una marca para salir al encarnizado combate de las corporaciones”.

Con sus raíces en las células que devinieron en lo que hoy son algunas de las cabezas más importantes del movimiento, el camino de Grupo Mazinger a 107 Faunos y Él mató a un policía motorizado (ver nota en Cultra), Laptra pasó de ser un grupo de amigos que ideó un pequeño sello a un sello importante que es un grupo de amigos.

“Hoy es como una comunión que agrupa a mucha gente que comparte la forma de ver la música. No es que te llama José Laptra y te plantea un negocio, acá somos parte de un club, somos hinchas de Laptra”, explica Tom Quintans, integrante del sello y baterista de Go-neko!

El objetivo del proyecto es "brindar a los artistas la posibilidad de registrar y difundir música" y su motor son los propios músicos, que combinan sus vidas con el trabajo que se necesita para sacar adelante la iniciativa. No existe una cabeza que toma decisiones, sino que hay una concepción comunitaria y colectiva. Tom señala que en la actualidad los que más se ocupan de la organización son Javier “Gato” Sisti Ripoll de los Faunos y Santiago Motorizado, pero que “el que tenga ganas puede ayudar en lo que quiera”.

Si bien las limitaciones obvias de la independencia no permiten que exista un beneficio netamente monetario, con el tiempo el sello logró tener un gran reconocimiento de la crítica y un público que está pendiente de sus lanzamientos, y ese es el eje en el que reside la ventaja de editar con el logo del tigre y formar parte de este club, con el que salieron campeonas bandas como Viva Elástico, Los reyes del Falsette y Prietto viaja al cosmos con Mariano.

La discografía de Laptra se divide en dos. La virtual, que se puede bajar gratuitamente en www.laptra.com.ar y cuenta con joyas como las canciones de Tom y el Niño Elefante; y la física, que es más extensa, y en gran parte se puede adquirir a través del Kiosco El Tigre, la tienda que el sello tiene en internet.

La lógica de trabajo que apunta siempre a la mayor difusión posible dispone que los discos que no se puedan descargar en la web de Laptra de todas formas se encuentren en las páginas de las bandas o en sellos virtuales como Mandarinas Records. Siempre va a existir un camino para acceder gratis a las canciones.

A esa búsqueda de expansión responde también su relación con el término indie. "Entendemos que puede servir como primera referencia para saber cómo suena la música, pero no queremos ser parte de un ghetto y limitarnos. Cuanto más seamos y en más lugares estemos, mejor", concluye Tom.


Manifiesto
Se pueden dar detalles o contar anécdotas, pero nada logra transmitir el espíritu de Laptra de la manera en la que el sello explica su propia existencia. Para terminar de entenderlo se necesita leer su manifiesto:
Con palabras del profesor Dewey, "la experiencia participada es el mayor de los bienes humanos", y si de los penosos afanes que los hombres llevan a cabo en común surge un fin social en el que estén interesados, obtendrán su deleite al lograr ese fin, y, en la medida en que ese fin pueda incluir las propias tareas, la dignidad y el deleite de la realización social irrigará dichas tareas... Mientras nos maravillamos de las nuevas invenciones que nos permiten entrar en las experiencias de los otros, tal vez fallamos a la hora de percatarnos de la presión desconocida, inconsciente, del individuo aislado en la sociedad moderna. El hombre aislado es el que pertenece a un todo que no alcanza a reconocer. Hemos llegado a estar vinculados en una vasta sociedad, en la que todo es esencial para la existencia de cada uno, pero carecemos de la experiencia participada que ese hecho debiera acarrear.


Artistas de Laptra:

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