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viernes, 1 de febrero de 2013

Amor por las cuerdas


Txt. Florencia Dopazo

Una familia conformada por ukeleles y canciones encantadoras


Las yemas de los dedos recorren las cuerdas, y el sonido producido acaricia los oídos. La melodía suave transporta a otro lugar, lleva a un estado de tranquilidad, placer, felicidad. El hechizo comienza cada vez que un ukelele suelta su música. Qué mejor, entonces, que escuchar a una familia integrada totalmente por ukeleles.

Matias Matinelli - quién sería el padre- tocó la guitarra por 15 años, hasta que la dejó porque conoció al ukelele. El enamoramiento fue instantáneo, amor a primera interpretación. Desde aquel momento nunca más se separaron. "Tengo la certeza de que quien agarra el ukelele no lo suelta más", dice ahora. Después de ocho años de romance, quiso formar la versión argentina de The Ukelele Orchestra of Great Britaian. Su idea era que interpretaran covers, canciones cargadas de recuerdos de la infancia, de épocas pasadas.

Cuando comenzó a reclutar a la familia, no imaginó que llegaría a ser tan numerosa. A Matias y su ukelele  se le unieron Melisa Muñiz (ukelele y voz), Diego Pozzi (ukelele, guitarra resofónica y voz) Barbara Lopardo (ukelele y voz), Damian Manfredi (contrabajo), Martín Capdeville (percusión).  Hermano menor, hermana mayor, padre, madre, abuelos. Hay roles, también, en La Familia de Ukeleles, determinados por las diferencias entre los instrumentos. "Usamos todos los formatos, el soprano, el tenor, el banjolele, y sumamos un poco de condimentos con la guitarra resofonica, el banjo y el contrabajo", dice Matias.

Una armonía encantadora se produce cada vez que la familia interactúa. Música de los ´20, ´30, ´40, ´50, y ´60. Un viaje en el tiempo, que incluye el rescate emotivo de canciones que de tan escuchadas hoy se conocen como clásicos. Interpretan también temas de películas,  como “Man Of Constant Sorrow” de O Brother, Where Art Thou?, dirigida por los hermanos Cohen, o “Kaw Liga” de Hank Williams. Es entoncess cuando aparecen las imágenes que la memoria guardaba, y la añoranza es un sentimiento compartido entre los miembros de la banda y el público;  el único objetivo es que  todos se sientan como parte de esta familia.

Además de los ya conocidos,  interpretan temas propios; están preparando un disco en el que combinaran ambas melodías. Pero para eso hay que esperar, porque el grupo entrará al estudio de grabación en los próximos meses. Mientras tanto, quienes quieran irse familiarizando, hay un EP  de una presentación en vivo con seis canciones de todos los tiempos. Puede escucharse online y comenzar a sentir el amor por las cuerdas.

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