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viernes, 15 de julio de 2011

Acá tenés los pibes para la liberación

Txt Nicolás Furfaro @nicolasfurfaro



En el indie no es todo jerarquización estética y fotos réflex de una fiesta en Niceto. Existe otro costado del mismo mundo que, en cambio, prefiere los sótanos, revisita la desprolijidad noventosa de los cassettes de Pavement y no le tiene miedo al barrio ni al romanticismo futbolero.

Desde esa base los periodistas Juan Manuel Strassburger y Nicolás Lantos transformaron los últimos días del 2008 y las charlas de un viaje La Plata-Capital en el germen de lo que hoy son las Cosas Pulenta: un festival sin pulseritas ni gigantofrafías pero con camisetas transpiradas; un programa de radio que expande la forma de mirar el mundo a lo que la actualidad reclame; y un compilado de canciones “que funciona como muestrario de lo que las bandas producen juntas, que es un manifiesto pseudomusical”.

El objetivo inicial, explica Strassburger, fue armar una fiesta que le diera lugar en los escenarios porteños a los músicos que surgían del sur de la provincia de Buenos Aires y no tenían los contactos para llegar a la capital. Por eso el Festipulenta se instaló en El Zaguán y, con una impronta amiguera y artesanal, sirvió de puente para toda una generación que empezó a marcar el contraste con la pose, las preocupaciones y la actitud abúlica que acaparaba el under local.

Dos años de festival, sumado al propio impulso de las bandas, sirvieron para instalar la cultura que reconoce a La Plata como su capital simbólica. Y las diferencias se notaron, como la distancia entre el porroncito a 30 pesos y la barra económica, como el choque entre los modales del radicalismo y lo popular del peronismo.


Los principios pulenta y la revalorización de la autogestión que sostienen el espíritu del festival también se encargaron de romper varias de las costumbres instaladas en la CABA post-Cromañón. En vez de pagar para tocar los músicos reciben gran parte de la recaudación, mientras que los sobrantes se ponen en un pozo que se utiliza para pagar los flyers y otros detalles necesarios para que todo funcione.

“Yo soy periodista, y si mañana quiero hablar bien de Sr. Tomate necesito tener las manos limpias, no puedo ganar plata y después elogiarlos. Prefiero ganar escribiendo sobre estas bandas y no haciéndolas tocar”, plantea Strassburger.

El periodista y cantante de DChampions, Santiago Rial Ungaro, reconoce lo importante de este trato cuando en el librito de 90 páginas del Compipulenta señala que “lo de Nico y Juan Manuel es una pequeña utopía hecha realidad, un espacio en el que la música y los músicos son dignificados y no usados en sus imperiosas necesidades de querer compartir lo que hacen con los que quieran escucharlo”.

El compilado, una lógica consecuencia de más de dos años de pogo, junta temas inéditos de casi todas las bandas que pasaron por el festival y se puede bajar gratis desde cosaspulenta.blogspot.com. Es digital, pero en caso de tener el fetiche coleccionista también existe la posibilidad de convertirlo al formato físico gracias al diseño listo para imprimir que viene con la descarga.



Estas son las bandas y unidas producen este impacto. Generan la sensación de escena, y no sé, es relativo, lo que importa es que hay lazos que las vinculan a todas”, describe Strassburger.
Y así como en la feria del festival también pueden encontrarse otras disciplinas artísticas como las historietas y la literatura, así como los dibujos de Mosquito (responsable de la tapa del compilado) y las palabras de Fabián Casas también son pulenta, el costado periodístico tiene su lugar en la radio. La Hora Pulenta mezcla la música con actualidad en los sábados de Nacional Rock 93.7 y demuestra que, aunque pueda sonar exagerado, esta mirada de la vida se puede aplicar a todo, desde la política hasta al deporte.

Mientras los chistes sobre el indie siguen estando a la orden del día en twitter (“Mamá... papá... tengo que decirles algo: soy indie”) y algunos no sacan el foco de lo más superficial del concepto, este monstruo está vivo y en pleno crecimiento, siempre dispuesto a ratificar sus ideas.
En palabras que Nicolás Lantos le pidió prestadas a un contemporáneo personaje pulenta: "Que florezcan mil Festipulentas".

Primer corte de difusión del Compipulenta: Reimon Starship y sus venusinos - Esta noche

Fotos tomadas del blog de Cosas Pulenta

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