Txt Gonzalo Sanchez Segovia Ph. Ezequiel Sambresqui

Ustedes
se caracterizan por intentar llevar las canciones a su mínima expresión. En
este caso pasa todo lo contrario; ¿qué los motivó?
Alvy
Singer: Siempre tenemos la idea de intentar vestir
las canciones de maneras desafiantes, para nosotros, para los músicos que nos acompañan
y para los lugares donde tocamos.

Pablo
Dacal: Personalmente no lo pienso en términos de
tocar solo o con un montón de gente. Aunque son muchas personas, es una
orquesta, no un grupo, y una orquesta es un organismo en sí mismo. No son
setenta individualidades, es un organismo formado por setenta personas,
conducidas por un director y orientadas por un arreglador. Entonces se crean
una serie de relaciones distintas, un juego muy interesante.
¿Cómo
eligieron las canciones de su repertorio?
Alfonso
Barbieri: Son los greatest hits de todos (risas).
Tomi
Lebrero: Por ejemplo, tenía un tema que quería que
suene con la grandilocuencia que aporta la orquesta.
La Orquesta Académica de Buenos Aires nació
en 2009, cuando las autoridades del Teatro Colón decidieron prescindir de una
orquesta de jóvenes. “Nos quedamos en la calle, sin atriles, ni instrumentos,
ni lugar para ensayar, pero con la totalidad de los músicos a favor de
continuar, de seguir la lucha, que en principio fue por volver al teatro. Conseguimos
que las autoridades hagan una academia orquestal, que por lo menos es un
proyecto para jóvenes. Al final logramos formar nuestro espacio afuera”, cuenta
Carlos Jaimes, el director. Hoy se encuentran activos, participan de proyectos
musicales de todo tipo y, aunque conservan la estructura formal de una orquesta
académica, también tienen la energía que añaden los músicos jóvenes. “Nos
divierte mucho tocar con artistas de rock y pop. Los cantantes se sorprenden
con la nueva sonoridad que alcanzan sus canciones y la orquesta toma su
frescura y se libera un poco de la estructura y el designio clásico. También
está bueno porque tocamos música de un autor que está vivo, y nos da la
posibilidad de que nos explique de qué se trata su tema, para donde quiere
apuntar los climas”, sigue.

Pablo Dacal canta Ella ya está en la playa y se mueve al lado del director, que guía
a los músicos serio y pide repetir compases específicos. Las canciones suenan
grandes y, gracias a la orquestación, adquieren un aire Beatle. Pasa Alfonso
Barbieri y después Alvy Singer, la orquesta se adapta al estilo de cada uno de
los cantautores, dibujando diferentes matices y arreglos para conseguir el
efecto deseado. En un clima distendido, los que esperan para ensayar
aplauden y sonríen conformes con los resultados, aunque en sus caras se nota la
ansiedad del estreno en vivo. “Estamos emocionados, pero todavía falta una
instancia superior, que es el concierto con iluminación y público. Ese calor y
esa tensión que se da al ser observado. Me parece que ahí vamos a hacer música
realmente con todos esos chicos”, desafía Pablo Grinjot.
Hay otra canción se presenta hoy a las 21 en el Teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125.
Entradas entre 30 y 100 pesos.
Hay otra canción se presenta hoy a las 21 en el Teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125.
Entradas entre 30 y 100 pesos.
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