La
noticia pegó mal por ser inesperada: se murió El Flaco Spinetta. Luis es un
ícono de la cultura argentina y los títulos como "padre" o
"fundador" del rock nacional sobran, porque siempre fue más allá. Sus
canciones, a veces indescifrables, revelan sentimientos, describen sensaciones,
son una catarata de imágenes que entran por los oídos, aunque suene
contradictorio.
Quizás
uno de los legados más importantes que dejó fue su singular forma de cantar,
esa extraña manera de moldear y estirar las palabras en castellano para que
entren en melodías imposibles y raras, pero suaves y entretenidas. Todo un
manifiesto contra eso de que el rock sólo se puede cantar en inglés, al que
también le metió acordes raros.
La
música del Flaco es complicada y su discografía difícil de digerir. No es para
todos, ni debe serlo. Tampoco fue perfecta, tuvo altibajos comprensibles en una
carrera larga y arriesgada, que nunca se conformó con la mediocridad o lo
esperable. Spinetta acompañó los cambios del rock con sus bandas y siempre fue
un adelantado en el país.
Todo
empezó con Almendra, y a partir de ahí su música siempre creció, nunca fue
estática. Abrió los setentas con el rock más violento y salvaje de Pescado
Rabioso, y luego lo deformó hasta llegar a la psicodelia de Invisible. Artaud,
Spinetta Jade, Los Socios del Desierto, el jazz rock, sus discos solistas.
Mucho. También es cierto que siempre tuvo excelentes compañeros, pero ¿quién se
hubiese negado a tocar con él?
Luis
no era una estrella rock, no le hacía el juego a la gilada y para él lo más importante siempre fue la música, el arte y
la poesía. No dejó de tocar hasta hace poco ¡y en Vélez lo hizo cinco horas sin
parar con sus Bandas Eternas!
Por
suerte partió desde su casa en Villa Urquiza, rodeado de sus seres queridos.
La
mejor manera de recordar a un músico es escuchando sus canciones. Él seguro
quiere eso, que sus canciones sigan inspirando. Vamos a extrañar sus
reflexiones filosas, pero sobre todo su música.
Todas
las hojas son del viento menos la luz del sol. Flaco, vos sos la luz.
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